viernes, 15 de mayo de 2009

HOMENAJE A LAS MADRES

Hoy voy a hacer la entrada del Día de las Madres, en palabras de una que no fue madre y que perdió a su madre siendo muy pequeña… La que suscribe la siguiente carta es mi tía Celia, soltera y maestra de primaria. Asunción, 15 de mayo de 1.969 Señora Sara… Al hacer un alto en las actividades de la vida para conmemorar el “Día de las Madres”. Al abrir la caja de madera perfumada en que se conservan los recuerdos más queridos; encuentro uno que permanece inalterable en mi corazón: el de mi madre. Y recuerdo que hace muchos años, un grupo de niñas se hallaban congregadas para esta celebración tan cara a los sentimientos, y recuerdo también que en el momento de la ofrenda las niñas entregaron a sus madres rosas de vistosos colores; pero una quedó con el pimpollo blanco entre las manos… Esa niña, fui yo. Entonces no comprendía lo que era una madre, cómo podía comprenderlo? Luego, los años me dijeron lo que es una madre, y que aunque Dios se la lleve a su lado, nunca se va definitivamente; siempre sentimos su protección, su bondad, su cariño, su ternura. Nunca más volví a llevar el pimpollo blanco, símbolo del dolor, porque mi madre está siempre conmigo, vive a mi lado; lo sé porque nunca una pregunta dejó de tener su respuesta, nunca una pena dejó de tener su consuelo. Mi vida no es un monólogo, sino un diálogo constante con mi madre; no siento tristeza; porque sé que ella está contenta conmigo, porque sé qu todos mis actos, ella los aprueba. No podré hacerle en su día un regalo material, pero sí le ofreceré todo lo bueno que pude haber hecho, como lo hago todos los años, y reuniré las flores del corazón en un apretado ramillete y le diré: ¡Felicidades, mamá! Dios me dio la rara sensación o sentimiento, de ver en cada madre amiga algo de mi madre; por eso hoy, cuando vayan mis alumnos a sus casas y digan: ¡Felicidades, mamá!, yo me quedaré aquí mirando a lo lejos y apretando el corazón co el ramillete de flores que me brindó su bondad, su ternura infinitas, hasta el sublime sacrificio de su vida, y les diré a todas la madres amigas juntas: ¡FELICIDADES, MAMÁ!, desde el fondo de mi alma… Celia Margarita (Fallecida el 17 de julio de 1.989) Aunque mi tía, hermana de mi madre, tenía una alegría muy singular, yo hubiese querido que mi madre también la tuviese… no creo que sea envidia o codicia o desprecio; sino por el contrario aprecio de virtudes, pues, no todas podemos desplegar todas las virtudes, pues la singularidad de la persona lo impide. Por la época en que mi tía escribió la carta, estaba yo entrando en la adolescencia, y, ya sabrán ustedes cómo es esa época, en que se rompen los lazos de admiración ensimismada y se abre un abanico de posibilidades: mis amigas admiraban las virtudes de mi madre, y yo admiraba las de sus madres; en una suerte de comparación cruel, pero válida. Entonces, yo no veía a mi madre en cada madre amiga (o de mi amiga), como mi tía; sino me veía como hija de esas madres con sus peculiaridades y virtudes. Es así como, hoy, considero a muchas mujeres como mis madres… Unas me transmitieron ternura, otras algarabía, aquellas disciplina, otras coraje y valentía, ésta me enseñó el valor de la perseverancia… y así fui cargando el bolso de virtudes de madres que no fueron mis madres, pero que me miraron como a una hija más. Aunque amo a mi propia madre (ya fallecida), amo también a todas las madres buenas que, quizá no pudieron transmitir a sus propios hijos valores que yo sí pude estimar… Y eso, es una garantía de que, no todos los quebrantos, consejos y deseos de las madres caen en saco roto, como muchas piensan ahora respecto a los hijos de sus entrañas; pues, hay virtudes que son recogidas por los hijos e hijas del mundo, creando lazos invisibles de filiación universal ¡FELICIDADES A TODAS MIS MADRES!

3 comentarios:

  1. Realmente conmovente,felicitaciones!!!

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  2. Yo tuve una dulce madre,
    concediéramela el cielo,
    más tierna que la ternura,
    más ángel que mi ángel bueno.

    En su regazo amoroso,
    soñaba... ¡sueño quimérico!
    dejar esta ingrata vida
    al blando son de sus rezos.

    Mas la dulce madre mía,
    sintió el corazón enfermo,
    que de ternura y dolores,
    ¡ay!, derritióse en su pecho.

    Pronto las tristes campanas
    dieron al viento sus ecos;
    murióse la madre mía;
    sentí rasgarse mi seno.

    La virgen de las Mercedes,
    estaba junto a mi lecho...
    Tengo otra madre en lo alto...
    ¡por eso yo no me he muerto!





    Fragmento de:

    A mi madre,
    de R. de Castro

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  3. Hoy quiero agregar, como comentario, una carta que yo le enviara a mi hija que estudia becada en el exterior, y a la que no veo desde hace dos años.
    La carta de tía Celia, la encontré con el mismo procedimiento: revolver cajones... literalmente.

    "...decidí 'relajarme un poco', y me puse a ver fotos viejas y todo eso, y reencontré una tarjeta que había hecho a mamá en el año 1.967... ¡qué te parece!... para enriquecer más el entretenimiento me puse a busar toooodas las tarjetas que hicieron ustedes... encontré como 30... la mayoría de las tuyas no tenían fecha... ¡¿cuándo vas a aprender?! (a poner fecha)
    el otro paralelismo son la letra fea y las faltas de ortografía... vos pintaste bien y yo nada (le pegué una foto de mamá, y encima se enojó por eso). Yo copié, y mal, unas "coplas a mamá", pero no sé de qué autor...
    En mayo del ´67 yo tenía 8 años y las coplas decían:

    Una caja de sorpresa
    yo guardo en mi corazón.
    mañana cuando la abra
    dirá cantando, Mamá

    Antes que el sol se levante
    en puntillas saldré
    a cortar alguna estrella
    que aun dormidita esté.
    Y así como un lucerito
    toda brillante estaré
    cuando mamita despierte
    y un abrazo yo le dé.

    ¡Qué tierna! ¿verdad?

    Las tuyas que elegí, sí tenían fecha y son del ' 92... igual: 8 años...
    son dos, y tienen unos dibujos de dos mujeres, una un poco más alta que la otra, pero casi idénticas... ¡qué presumida que eras!... tomadas de las manos (o entregándome), un globo en forma de corazón y un ramo de flores... en la otra hay una especie de pajarito volando (que parece un pulpo rosado)... y por supuesto: el infaltable sol y las dos nubes (azules)... muy bien vestidas vamos las dos... también hay confetis volando... y recuadro de florecillas...
    en una dice:

    Mamá me gusta cuando me das un beso

    en la otra dice:

    Mamá:
    Si tienes frío
    ponte el poncho de tu tío.
    Si tienes calor da tu corazón

    Me encanta tu creatividad hijita... la espontaneidad dura hasta los 8 años, sin lugar a dudas... los especialistas dicen que hasta los 3... mentiras...

    Gracias por tooodas las tarjetas, aunque en algunas, me pedías tantos perdones (por no estudiar, por aplazarte o por no obedecerme) que me pinta replagueona... ¡malo por mí!... ¡qué mala madre!

    Pero te quiero muchísimo y estoy orgullosa de vos
    Y ahora yo te pido perdón por ser tan plagueona o cargosa con el estudio...
    Realmente nunca me importó demasiado eso de las calificaciones... y me alegro que me hayas desobedecido y te hayas dedicado a ser vos misma y a ser feliz... eso es lo único que importa de verdad...

    hace frío y no tengo el poncho del tío y cuando hizo calor di mi corazón...
    ja...

    besos y abrazos..."


    Perdonen que ponga algo tan íntimo, pero, como decían en el 'Chavo del 8': se me chispoteó...

    Gracias a tod@s

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puede opinar libremente, pero le agradecería evitar agravios de cualquier tipo, sobre todo, porque le perjudican a usted mismo en su calidad de persona...