lunes, 4 de octubre de 2010

Amarraditos los dos...

Aunque se dice que el Cabildo es la imagen de una ciudad, bueno, yo creería más bien, que es la catedral...

Cuando estudiante de primaria, iba a la Escuela República del Perú, y solíamos celebrarlo con comedias y danzas alegóricas entre los meses de fines de agosto (por el 30, día de Santa Rosa de Lima) y septiembre (el 20 día de la 'constituida' Independencia de Perú de la Corona española)


 La catedral de Nuestra Señora de la Asunción y una servidora, en funciones de exaltarla en años muy mozos, y hacerlo también en homenaje a la independencia de los países latinoamericanos.

AMARRADITOS-María Dolores Pradera (intérprete)
No se estila
No se estila
Dicen que no se estila...
...pero no hay nada mejor que ser un señor de aquellos que vieron mis abuelos...
Decían mis maestras, que lo bailaba tan bien que coincidía con mucho donaire la letra con los gestos de la danza y el rostro, el valsesito me venía muy bien y a mi parejita también...


DANZA PARAGUAYA- de Agustín Pío Barrios, intérprete: Berta Rojas

Esta canción es un homenaje que quiero hacer, en este mes de octubre, en que no hay 'fiestas' o feriados conmemorativos por aquí.
La bailábamos con alma y corazón... de otra forma no se puede...


Que disfruten de los enlaces musicales...


En el centro y abajo de la imagen, el restaurante más significativo de mi juventud, donde disfruté la primera cena fuera de casa y en pareja...


Amarraditos
mi ciudad y yo
En acordes sin fin
en ritmos de guarania
o de vals




¡¿QUIÉN ME QUITA LO BAILADO...?!




AMARRADITOS
Vamos amarraditos los dos, espumas y terciopelo;
tu con un recrujir de almidon, y yo serio y altanero.

La gente nos mira con envidia por la calle;
murmuran las vecinas, los amigos y el alcalde.

Dicen que no se estila ya más ni tu peineton ni mi pasador;
dicen que no se estila ya más ni tu medallon ni mi cinturon.

Yo se que se estila tus ojazos y mi orgullo;
cuando vas de mi brazo por el sol y sin apuro.

Nos espera nuestro cochero frente a la iglesia mayor;
que a trotecito lento recorremos el paseo.

Yo saludo tocando el ala de mi sombreor mejor;
y tu agitas con donayre tu pañuelo.

No se estila, yo se que no estila;
que me ponga para cenar, jazmines en el ojal.

Desde luego parece un juego pero no hay nada mejor;
de ser un señor de aquellos, que vieron mis abuelos.
          (Interpretado por voz masculina)