sábado, 12 de diciembre de 2009

LA DICHA DE CREER

Muchas veces, el creer en algo o alguien es casi un instinto.
Por diversos motivos creemos en muchas cosas que no podemos comprobar inmediatamente.
Creemos, como enseñaba en la clase de catequesis, que el colectivo tal me llevará al destino que deseo.
Creemos lo que está escrito hace centurias, sobre la historia de los países, que, por cierto, muchos países latinoamericanos están celebrando el bicentenario de su independencia.
Creemos anécdotas relatadas por amigos o familiares, ya sean sobre nosotros mismos o sobre acontecimientos naturales o sobrenaturales.
En definitiva, muchas veces creemos sin saber la razón profunda que la fundamenta.
Muchas veces el creer es como un instinto
porque actuamos sin razonar mucho, casi como automáticamente.


En base a esta premisa, les paso a relatar una anécdota que contaba mi primo, de sus experiencias de campamento en el bosque o el descampado.
"Estábamos alrededor de la fogata  -cuenta C (mi primo)- y las leñas producían muchas chispas que saltaban por todos lados. De repente vimos que un kururu (sapo) muy grande se acercó y empezó a comer las chispas. Todos los jóvenes nos quedamos de un palmo, pero el más experto nos dijo, el sapo cree que las chispas son mua (bichos de luz). Dedujimos que se comería una chispa y luego ya se iría, luego de quemarse la lengua..., pero no, el sapo siguió un rato tragándose chispas de la fogata..." (hasta aquí les relato la anécdota que es mucho más larga y escabrosa)


Yo me creí la posibilidad que el sapo se comiera las chispas de la fogata confundiéndolas con bichitos de luz. Tampoco nunca se me dio la oportunidad de comprobarlo como mi primo. Así que el 'conocimiento' quedó en mí como una anécdota... Hasta que la semana pasada vi lo siguiente 





La instantánea es de National Geographic

Y la visualizarán mejor si clickean en el enlace que puse...


Aunque podría ser 'montada', la foto viene a confirmar la antigua anécdota de mi primo C. ¡Los sapos, o ranas como en este caso, tienden a tragarse objetos luminosos, en la creencia que son insectos sabrosos!
Y lo festivo navideño viene a cuento de que la rana se tragó el tradicional símbolo actual: las lucecitas en los árboles  : )


Lo cual nos lleva a los pasajes litúrgicos


Isaías 7, 10-14.8,10
Salmo 67
Lucas 1, 39-48


Isaías 7,

10 Yavé se dirigió otra vez a Ajaz, por medio de Isaías, que le dijo: Referencias versículo 1111 «Pide a Yavé, tu Dios, una señal, aunque sea en las profundidades del lugar oscuro o en las alturas del cielo.» Referencias versículo 1212 Respondió Ajaz: «No la pediré, porque no quiero poner a prueba a Yavé.»
13 Entonces Isaías dijo: «¡Oigan, herederos de David! ¿No les basta molestar a todos, que también quieren cansar a mi Dios? Referencias versículo 1414 El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros. 
Is 8, 10 Tracen un plan: fracasará;
Referencias versículo 1010 digan una palabra: no se cumplirá;
Referencias versículo 1010 porque Dios está con nosotros.
Lucas 1,
39 Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. 40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41 Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo Referencias versículo 4242 y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? 44 Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. 45 ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»
Referencias versículo 4646 María dijo entonces:
Referencias versículo 4646 Proclama mi alma la grandeza del Señor,
47 y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
Referencias versículo 4848 porque se fijó en su humilde esclava,
Referencias versículo 4848 y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz.

Se reúnen dos mujeres felices de lo que llevan en su seno, una, Isabel, es una anciana casi, estéril y madre del profeta Juan Bautista por la gracia de Dios; la otra, María, joven (es notable pero en las nuevas versiones ya no dice 'virgen') madre de Jesús, el Emanuel (Dios con nosotros), el Cristo; pero un Cristo en versión de voluntad de Dios, un Cristo hecho hombre, un Cristo hijo de mujer...


LA DICHA DE ESTAS MUJERES, MARÍA E ISABEL, se resume en un antiguo salmo o cántico, el de Ana, la madre del profeta Samuel; el cual, adaptado, es el actual Magníficat



Tal vez la exegesis de Lucas no haya ocurrido realmente, o en toda su extensión, o quizá ya es un recuerdo de María ya anciana; pues, hay que recordar que dentro de los sinópticos es el único que recupera la vida de Jesús desde su concepción.


Muchos 'marianos' dicen que María fue la primera cristiana, y yo agregaría que la segunda fue Isabel, visto desde Lucas.


María e Isabel, portan y reciben el Espíritu Santo, ya completo de la Trinidad, (Espíritu del Padre y Espíritu del Hijo)


María e Isabel, entregan a Dios, dichosas, lo único que poseían: su fe, su creer en las promesas de Dios, y lo proclaman con el cántico.



Debieron pasar muchas décadas hasta que estas mujeres comprobaran fehacientemente lo prometido por Dios, pero mientras tanto, eran dichosamente creyentes.




Creo que por estas fiestas he de visitar a mi primo C y llevarle una tarjeta navideña, con la prueba de su anécdota, que me la creí entonces y hoy la compruebo luego de décadas. Me imagino que se sentirá satisfecho, no solo por mi fe, sino por mi prestancia en buscar pruebas. Dicho sea de paso, su madre, mi tía, se llamaba Isabel.  : )
 












5 comentarios:

  1. Creer sin ver, sin certeza, y creer con dicha. Me has hecho pensar en Isabel, la prima de María...
    Un abrazo

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  2. jajaa larana parece dichosa!!

    a mí me hace dichosa creer que me quieren, aunque no lo demuestren... a lo mejor estoy equivocada coo la rana.
    espero que en esta Navidad pueda creer un poquito más, poco a poco
    besitos
    marite

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  3. lo que más necesitamos todos es más fe y más oración.
    ¡Creo, Señor, pero ayúdame en mi incredulidad!
    Feliz Navidad

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  4. Marcripa:
    Feliz y Santa Navidad, amiga.

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  5. ¡Hola MARCRISPA!
    Creer es una dicha.
    La penita está en que creemos fácilmente en lo intrascendente y dudamos en lo fundamental, por lo que se da fe a cualquier punto y se duda de lo que nos puede cambiar la vida, esta vida.¿Será la condición humana?
    Pero como la fe es un regalo, un don, necesitamos pedirla y -particularmente- pedirla para los que más necesitan de ella, que son los que jamás la pedirán. Viendo ésto, a veces uno no sabe si reir o llorar.
    Un beso.

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