Génesis 49,
29 Después les dio estas instrucciones: «Yo voy a reunirme con mi pueblo. Entiérrenme junto a mis padres, en la cueva que hay en el campo de Efrón el hitita, 30 o sea, en la cueva que está en el campo de Macpelá, frente a Mambré, en el país de Canaán, el campo que Abraham compró a Efrón el hitita como lugar de su propiedad para sepulturas. 31 Allí fue sepultado Abraham y su esposa Sara. Allí también fue sepultado Isaac y su esposa Rebeca, y allí sepulté yo a Lía. 32 Dicho campo y la cueva que hay en él fueron comprados a los hititas.»
33 Cuando Jacob hubo terminado de dar estas instrucciones a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue a reunirse con sus antepasados.
Génesis 50,
SALMO 105 (104)
Los comienzos de
1 ¡Den gracias al Señor, su nombre invoquen, entre los pueblos anuncien sus hazañas!
2 Cántenle y toquen para él, y mediten todos sus prodigios.
3 Siéntanse orgullosos de su santo nombre, y alégrense los que buscan al Señor.
4 ¡Busquen al Señor, esto será su fuerza, busquen su cara sin cesar!
5 ¡Recuerden las maravillas que realizó, sus prodigios, las sentencias que pronunció, 6 raza de Abrahán, su servidor, hijos de Jacob, su elegido!
7 El es el Señor, es nuestro Dios, sus decisiones tocan a toda la tierra.
8 Se acuerda para siempre de su alianza, de la palabra impuesta a mil generaciones, 9 del pacto que con Abrahán concluyó, y de su juramento a Isaac.
10 Lo erigió como ley para Jacob, como alianza eterna para Israel.
11 Dijo: «Te daré la tierra de Canaán, esa será tu parte de la herencia».
12 Aunque eran gente fácil de numerar, bien poca cosa y extraños en ese país, 13 e iban errantes de una nación a otra, de un reino a otro pueblo,
15 «No toquen a los que me he consagrado, a mis profetas no les hagan daño.»
16 Dejó caer la hambruna en el país, les cortó el alimento; 17 pero delante de ellos envió a un hombre, a José, vendido como esclavo.
18 Fue humillado con grillos en sus pies, y su cuello pusieron entre fierros; 19 hasta el día en que se cumplió su predicción: la palabra del Señor le dio la razón.
20 El rey ordenó que lo soltaran, el amo de los pueblos lo dejó libre; 21 lo estableció como señor de su casa, gobernador de todos sus dominios, 22 para instruir a los príncipes en su nombre y enseñar sabiduría a sus ancianos.
23 Entonces Israel entró en Egipto, Jacob se instaló en tierra de Cam.
24 Dios quiso que su pueblo creciera mucho, lo hizo más fuerte que sus adversarios, 25 les cambió el corazón y odiaron a su pueblo, y trataron de dañar a sus servidores.
26 Envió, entonces, a Moisés, su servidor, a Aarón, al que había elegido; 27 por su medio realizó las señales predichas y sus prodigios en la tierra de Cam.
28 Les envió tinieblas y todo se oscureció, pero no tomaron en cuenta su palabra.
29 Cambió sus aguas en sangre e hizo que sus peces perecieran.
30 Pululó de ranas su país hasta en las habitaciones de los reyes.
31 Habló y llegaron los mosquitos, plaga de insectos en todo su territorio.
32 En vez de lluvia les envió el granizo y rayos en todo su país.
33 Azotó sus viñas y sus higueras, rompió los árboles de su territorio.
34 Habló y llegaron las langostas y saltamontes, que eran incontables, 35 se comieron toda la hierba en su país, devoraron el fruto de su suelo.
36 Golpeó a todo primogénito, en su país, a todas las primicias de su virilidad.
37 Hizo salir a los suyos con oro y plata, y en sus tribus ninguno iba cojeando.
38 Egipto se alegró de su salida, pues el terror lo había dominado; 39 desplegó una nube como un velo, y un fuego para alumbrarlos de noche.
41 Abrió la roca y las aguas brotaron, y por la tierra seca corrían como ríos.
42 Es que se acordó de su santa palabra que le dio a Abrahán, su servidor; 43 hizo salir a su pueblo alegremente, a sus elegidos entre gritos de gozo.
44 Les dio las tierras de otras naciones y heredaron el trabajo de otros pueblos, 45 para que así guardaran sus preceptos y observaran sus leyes.
Mateo 10,
24 El discípulo no está por encima de su maestro, ni el sirviente por encima de su patrón. 25 Ya es mucho si el discípulo llega a ser como su maestro y el sirviente como su patrón. Si al dueño de casa lo han llamado demonio, ¡qué no dirán de los demás de la familia!
26 Pero no les tengan miedo. Nada hay oculto que no llegue a ser descubierto, ni nada secreto que no llegue a saberse. 27 Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas.
28 No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. 29 ¿Acaso un par de pajaritos no se venden por unos centavos? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre.
30 En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados.
31 ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto no tengan miedo.
32 Al que se ponga de mi parte ante los hombres, yo me pondré de su parte ante mi Padre de los Cielos. 33 Y al que me niegue ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los Cielos.
Hoy concluimos el estudio litúrgico del Libro del Génesis, para saber más de este José que en el pasaje de hoy no sólo perdona a sus hermanos el daño que le hicieran, sino que los salva de la muerte por la hambruna universal... les recomiendo leer el cap. 37
El soñador José tuvo el acompañamiento de Dios en su triste destierro.
Jesús nos asegura también que tendremos el acompañamiento de Dios en todo tipo de destierro que suframos, ya sea de intenciones verdadera de muerte, e incluso en las de darnos muerte en nuestra alma, nuestra identidad, nuestros sentimientos, nuestros principios, nuestras esperanzas fundadas en un plan de Reino...
Las historias ocultas se sabrán y las intenciones malvadas también se conocerán, con la guía de Jesucristo... tal vez lleve tiempo, pero estarán allí un día expuestas, como estuvo expuesto el daño que hicieron los hermanos de José...
Sólo debemos aferrarnos a Cristo, y él nos promete que todo será compensado con el reconocimiento del Padre... ¡¿qué más podemos pedir?!
Si tenemos el valor, el corage (que quizá hoy me faltó), entonces seremos gozosos triufadores, y todos los que hoy se regodean en sus burlas por nuestros 'sueños de Reino'; un día quizá tendrán que pedir perdón...
Pero, no cejemos, no dejemos que nos ahoguen el alma, ni hermanos de sangre ni autoridades disolutas...
¡No perdamos la esperanza en el ser humano!, aunque nos hayan fallado demasiadas veces, debemos mantener ese valor del alma... porque quizá mañana el que nos falló o traicionó, necesitará de nuestro consuelo o nuestra ayuda... y no debemos dejar que muera el alma que nos alienta, sin ella somos realmente nada...
¡No tengamos miedo de los que pretenden y pueden destruirnos el alma!, porque reconociendo a Jesús eso es imposible: destruir nuestra alma...
Buen fin de semana
Hola , muy interesante tu pensamiento
ResponderEliminarHola Crispa:
ResponderEliminarLeeré más detenidamente, pero aprovecho para saludarte.
Un fuerte abrazo.
José Carlos
Quiero hacer contigo
ResponderEliminarlo que la primavera hace con los cerezos.
La primavera le hace el amor a los cerezos, con un amor infinito y transparente. Un amor que sabe que necesita el uno del otro, y que las flores y la primavera son vanas sin su mutua compañía.
La primavera se puestra desnuda y frágil ante el cerezo y éste conmovido decide acabar con el invierno y mostrar sus flores, a sabiendas de que bastará un solo soplo de viento para llevarse cada petalo.
Lo que la primavera le hace a los cerezos es un acto de amor.
Quiero ponerte a punto, madurarte para comerte
Te quiero crispa.
Orestes
Me pregunto: cuanto tiempo,
ResponderEliminarPasara para encontrarnos?
Para estar juntos con DIOS,
Y ya nunca separarnos.
Dejame tomar tus manos
Y ensenarte el recorrido
Que ha de llevarnos al cielo!
Dejame mirar tus ojos
Y mostrarte que en los mios
Existe un millon de antojos!!
Dejame besar tus labios,
Dejame probar tu boca,
Tatuar en mi tu sonrisa
Que todo mi ser provoca.
Dejame que sea yo
Quien apriete tu cintura
Quien camine por tu cuerpo
Quien se sacie en tu hermosura.
Y segura debes estar
Que tambien yo dejare
Que hagas lo mismo conmigo
Pues tuyo, tuyo es mi ser!.
Orestes
No hay LEY, ni JUEZ!!!!
ResponderEliminarAnónimo,
ResponderEliminarNo entiendo a qué ley o juez te refieres... pero es evidente que no has experimentado la JUSTICIA DE DIOS EN TU VIDA, una justicia que se manifiesta en amor.
Yo veo la ley y la justicia actuando constantemente en mi vida, sólo que para ello tienes que entrenar tu espíritu para VENIR Y VER, tal y como le dijera Felipe a Natanael, cuando cuestionaba éste el mesianismo de Jesús porque provenía de Nazaret... (prejuicios!!) (Juan 1, 45-47)